Paraguay celebra el 207 aniversario de su Independencia
- INTI DIPLOMATIC
- 15 may 2018
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Paraguay celebra hoy el primero de dos días conmemorativos por los 207 años de su emancipación de la metrópoli española, pues a pesar de decirse Día de la Independencia en realidad los festejos abarcan dos jornadas.
Es algo bastante inusual, pero dentro de la lógica de los acontecimientos, pues ocurrieron el 14 y 15 de mayo de 1811, aunque los historiadores siguen sin ponerse de acuerdo acerca de las fechas que definen los límites del proceso. Sin embargo, generalmente admiten que a partir de la revolución de aquel mes y año, y en adelante, la actual nación paraguaya se administró sin subordinación a gobiernos exteriores. Al mismo tiempo de acabar con la dependencia de España, también rechazaba incorporarse al territorio denominado Provincias Unidas del Río de la Plata, que pretendía ejercer soberanía sobre todos los dominios del extinto virreinato homónimo, incluida la intendencia de Paraguay. En la noche del 14 de mayo de 1811 un grupo de jóvenes oficiales paraguayos se apoderó de los principales cuarteles de Asunción. Fue en la madrugada del día siguiente cuando ellos presentaron una nota al gobernador español Bernardo de Velasco para exigirle la entrega de armas, dinero y documentos oficiales. Según los expertos en el tema, al principio Velasco se resistió, pero después cedió a las exigencias y así perdió toda autoridad, aunque no fue separado del gobierno inmediatamente. Aunque aquellos querían la independencia todavía no la declararon abiertamente, sino que un triunvirato creado -del cual formó parte el propio Velazco- juró fidelidad al rey de España, Fernando VII, entonces en Francia prisionero del emperador Napoleón. Los análisis indican que eso fue una maniobra política, como parte de la utilizada en varias ciudades americanas que formaron juntas o gobiernos revolucionarios en tales tiempos. Como ejemplos citan los de 1810, un año de insurrecciones en las colonias españolas de América, en las juntas de Caracas (19 de abril), Buenos Aires (25 de mayo), Bogotá (20 de julio), Quito (22 de septiembre) y Santiago de Chile (18 de septiembre). Aquella permanencia del gobernador en la administración como figura simbólica fue una estratagema política de los revolucionarios paraguayos que disfrazaba el objetivo de la autonomía total. El doble peligro de que los planes en pro de la independencia nacional fueran descubiertos y la posible cooperación portuguesa para evitarla -solicitada antes por el gobernador español- precipitaron los acontecimientos, señala la literatura especializada consultada. Por eso, agrega, en la noche del 14 y la madrugada del 15 de mayo los revolucionarios, a quienes califica de hombres de luces, valentía y patriotismo, asumieron la responsabilidad histórica de liberar a Paraguay del yugo español y constituirlo en una nación libre y soberana. Por aquel entonces el pueblo paraguayo clamaba por cambios, quería la emancipación. A dos siglos y algo, los paraguayos engalanaron el país con los colores patrios (azul, rojo y blanco de la bandera) en memoria de los próceres de aquella y otras gestas nacionales, aunque insatisfechos aún por las condiciones socioeconómicas imperantes.
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