Las ventajas de descubrir la historia y cultura del Perú
La historia de la humanidad es de una gran riqueza, por eso, conocer nuestra historia y lo que nos queda de ella supone todo un gran conocimiento para quien la descubre. Es por ello que cada año son más las personas que dedican parte de su tiempo de ocio a viajar y a conocer otros lugares, historias y culturas. En el caso del Perú nuestro país supone un punto de gran interés, no solo para los propios peruanos, sino también para los millones de turistas extranjeros que cada año aterrizan en nuestras tierras para descubrir tesoros como, por ejemplo, Cusco.
Así, no es de extrañar que durante el 2018 un total de casi 4 millones y medio de personas de otros países hayan visitado el Perú, lo que supuso para las arcas del país unos ingresos de entorno a US$ 5 mil millones, según los datos ofrecidos por la Comisión de Promoción del Perú para las Exportaciones y el Turismo. Estas cifras ponen de manifiesto lo que ya avanzábamos en la cabecera: el Perú es tierra de un enorme interés histórico y cultural, no solo para los propios peruanos, sino también para gentes venidas de todo el planeta.
Sin embargo, las maneras de conocer un país son muy diferentes según quienes seamos. No es lo mismo pertenecer a él, que estar simplemente de paso y, por ello, cuando los propios peruanos visitan algunos de sus lindos parajes y rincones están teniendo la oportunidad de obtener una serie de beneficios muy concretos y ricos:
Incrementar su cultura y conocimientos: aunque esto es algo que cualquier turista que llegue a nuestro país puede hacer, el punto de partida será diferente ya que nuestra cultura e historia será para él más lejana. De este modo, podemos acceder a todo un conjunto de información de manera muy profunda, sin quedarnos simplemente en datos superficiales. Esto guarda mucha relación el siguiente de las ventajas.
Entender con facilidad lo que encontramos a nuestro paso: el hecho de vivir en Perú hace que, aunque viajemos a otros puntos del país, muchos de los elementos que nos vamos encontrando nos resulten familiares y comprensibles. Esto permite que nuestro aprendizaje tanto en museos, como al aire libre sea veloz y avanzado.
Conocer la historia de sus propios antepasados: no hay nada más apasionando que saber de dónde venimos y, para ello, es necesario conocer quienes fueron nuestros antepasados, qué hicieron, qué nos dejaron. En este aspecto entran en juego todo tipo de elementos: desde paisajes naturales hasta obras humanas como pueden ser las construcciones monumentales, así como el folclore con su música y bailes. Eso, solamente podemos hacerlo si nos lanzamos a conocer lo que tenemos a nuestro alrededor.
Descubrir la identidad: este punto tiene una gran relación con el anterior, ya que saber de dónde venimos nos ayuda a saber quiénes somos o por qué somos como somos.
Construir un futuro desde el pasado: conocer la historia del país no solo nos ayuda a entender el presente, sino también a saber hacia dónde vamos, a construir el futuro. Tomar como ejemplo los hitos que supusieron un gran avance para el país y no volver a repetir los puntos oscuros de la historia que, desafortunadamente, están presentes en la historia de todos los países del mundo.