¿Estás tomando agua segura?
Mantenerse bien hidratados es bueno para la piel, para el funcionamiento de todos los sistemas del organismo, y hasta para bajar de peso. Pero lamentablemente, no siempre es posible acceder a agua segura.
Los seres humanos estamos hechos en un 70% de agua. Por eso, el consumo de agua potable y segura es esencial para nuestro cuerpo. Dos litros de agua por día es el mínimo recomendado por los especialistas.
Alrededor del mundo, son millones las personas que no tienen acceso a agua potable. E incluso muchos de los que tenemos la suerte de tener un tendido de agua de red, no siempre sabemos si podemos consumirla con tranquilidad.
Por eso, es fundamental hablar del tema Sobre la importancia de los recursos hídricos a nivel mundial y personal; como así también, sobre la importancia de cuidarlos. Para ello, se declaró el 22 de marzo como el Día Internacional del Agua, para concientizar al respecto.
En este contexto, saber si el agua que se toma todos los días es segura es algo muy importante. Si tienes dudas al respecto, Pura ofrece una serie de consejos para aprovechar el agua de red y consumirla de forma segura.
1. Observar el agua: incolora, inodora e insípida
Tal vez lo recuerdas de la etapa escolar, o tal vez no, pero estas tres características son las que identifican al agua potable.
Para que el agua se pueda beber, debe ser transparente. No debe ser turbia ni tener ningún color extraño.
Por otra parte, el agua potable no debe tener olor a nada. Si presenta algún tipo de olor, puede deberse a contaminación de diversos tipos.
Finalmente, el agua potable no debería tener un sabor fuerte, sino que más bien es débil y agradable. Este puede cambiar un poco de acuerdo a los minerales que el agua presente. Los cloruros dan sabor salobre (salado); el magnesio lo produce amargo; y el aluminio sabor terroso.
El sabor debido a minerales es fácilmente apreciable, y no es peligroso. Pero el resto son indicadores de contaminación o existencia de algas verdes – azuladas que dan sabor podrido y algas verdes sabor a hierba. Si tiene algún sabor extraño el agua no es segura.
2. Averiguar cómo es el agua de red en la zona en la que vives
Muchas veces damos por sentado que el agua que sale por la red es potable. Quizá nos han dicho que sí, o “tomamos ese agua toda la vida”. Pero es importante averiguar de dónde sale y qué tipo de controles tiene.
Puedes acercarte a las oficinas del proveedor de agua, consultar con especialistas, o hacer tus propios análisis. Pero es muy importante que conozcas la composición del agua que tomas a diario, si tiene tratamientos para la contaminación, si estos tratamientos usan químicos, etc.
Posiblemente, descubras muchas variantes respecto al consumo de agua en tu propia casa de las cuales no tenías ni idea.
3. Usar purificadores
Después de los puntos anteriores, quizá descubras que el agua que consumes regularmente no es tan limpia como creías. ¿Eso significa que debes dejar de consumirla?
No, para nada. Usar el agua de red es una muy buena idea, no sólo porque hace el agua más accesible (y nos permite hidratarnos mejor), sino también porque ayuda a ahorrar recursos.
¿Para qué comprar agua embotellada, con la contaminación que eso implica, teniendo la posibilidad de utilizar el agua que llega a mi hogar? Si tienes dudas respecto a la composición del agua que estás tomando, puedes quedarte más tranquilo purificando el agua en tu hogar.
Los purificadores permiten eliminar contaminantes del agua, tanto bacteriológicos como inorgánicos. Así, eliminan sustancias contaminantes que pueden encontrarse en el agua, como arsénico, plomo, nitratos, fluor, sales en exceso, etc.
Dependiendo de la complejidad de la contaminación a resolver, será el tipo de purificador que se necesite, ya que hay distintas tecnologías aplicadas a cada caso.
Cuidar el agua y el medioambiente
El Día Internacional del Agua existe para tomar conciencia de la importancia de este recurso. El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible, y la dilapidación de recursos hídricos es un problema grave para el medioambiente.
El agua como recurso juega un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental.
El agua propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, a la salud humana y al medio ambiente.
Por eso, es importante cuidar el agua y usarla conscientemente.