Trepanación craneana: ¿Sabías que la cultura Paracas operaba el cerebro hace mil años?
Hace mil años la cultura Paracas realizó las primeras trepanaciones craneanas en territorio andino. Y tiempo después la civilización inca continuaría estas intervenciones médicas.
PROCESO OPERATORIO
Los trepanadores andinos perforaban el cráneo a través de dos métodos:
1.Por raspado del hueso que se ejecutaba por medio de cuchillos de obsidiana o material semejante y en determinados casos el tumi.
2. Por pequeños orificios circulares, que cuando son múltiples "en rosario", circular u oval, son unidos por sus bordes para completar la enmarcación de la zona trepanada. Estas se realizaban por medio de punzones metálicos.
Realizado el tratamiento respectivo, se obturaba la abertura con planchas de oro o de mate (calabaza). Esto permitía que la operación cicatrice sin ningún problema.
Al respecto, ya en 1929, con ocasión del Segundo Congreso Sud-Americano de Turismo en Lima, el arqueólogo Julio C. Tello publica un tercer trabajo sobre trepanaciones craneanas en el antiguo Perú.
En esta investigación refiere que el material quirúrquico utilizado en Paracas como láminas de oro para la craneoplastía, la sutura quirúrquica, así como el uso de vendas en la herida operatoria.
Se desconoce si se utilizó determinada sustancia de propiedades anestésicas o analgésicas como el uso de las hojas de coca como anestésico en las trepanaciones craneanas. Pero se cree el uso probable de la chicha de jora.
Muchas momias con señales de trepanaciones craneanas revelan, por los huesos, que las personas sobrevivían a esa operación quirúrgica, debido a la presencia de callos óseos en la zona operada, los mismos que solo se forman al pasar los años en una persona viva.
El doctor peruano Víctor Enrique Fernández Enríque (1992-2002) sugiere, en su investigación "Sobre las trepanaciones craneanas en el antiguo Perú", que los motivos terapéuticos de estas operaciones quirúrgicas pudieron ser:
a) Fractura de la bóveda craneana, incompletas o completas; ya sean conminutos o con hundimiento.
b) Inflamaciones del tejido óseo ya sean post-traumáticas o bajo la forma hematógena infecciosa.
c) Las lesiones óseas inflamatorias específicas: sifilíticas o tuberculosas.
d) Debido a hallazgos radiológicos, establecemos la posibilidad de que fuesen trepanados cráneos con procesos metastásicos malignos o con mieloma, cuyo diagnóstico diferencial en estas casos es poco menos que imposible.
e) Existe la posibilidad de que pudieran intervenirse cuadros convulsivos o síntomas generales como la cefalea en determinados casos, no con un criterio estrictamente terapéutico, que no tuvo nuestra antigua medicina aborigen, sino con una finalidad extractiva o de succión de "objetos extraños naturales o sobre sobrenaturales".
f) Se ignora si se realizaron intervenciones endocraneanas planeadas, en el caso de que se efectuaran los resultados son de preveerse; ya que este tipo de intervenciones, cuando no son llevadas a cabo por cirujanos especializados en la actualidad, tiene un gran índice de mortalidad.