Cumbre de Presidentes Amazónicos: Enfrentando la Deforestación y el Futuro Sostenible
La Cumbre de Presidentes Amazónicos en "Belém do Pará" se centra en la deforestación y la sostenibilidad en la región. Líderes de ocho naciones amazónicas y sus aliados se reunirán en Brasil para abordar la pérdida de bosques. Las conclusiones se presentarán en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en la COP28. Aunque la deforestación disminuye en Brasil y Colombia, persiste en otros lugares, lo que impulsa la necesidad de abordarla. La cumbre busca estrategias para proteger la biodiversidad y la región amazónica en el futuro. Su impacto en la cooperación global es significativo.
Brasil se encuentra en un punto crucial con la Cumbre de Presidentes Amazónicos propuesta por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Tras años de negacionismo y conflictos durante el mandato de Jair Bolsonaro, esta cumbre ofrece a Brasil la oportunidad de presentar una nueva visión para la Amazonia. Lula ha colocado la erradicación total de la deforestación para 2030 como un eje central de su política exterior y ha logrado el respaldo financiero de naciones como Alemania y Noruega para la preservación del bioma. A través de medidas como la demarcación de territorios indígenas, refuerzo de controles ambientales y la lucha contra la minería ilegal en zonas como Yanomami, la política ambiental ha experimentado un cambio notorio. Esta dirección se ve respaldada por una caída del 34% en la deforestación de la Amazonia durante el primer semestre del año, según datos preliminares captados por satélite, consolidando una tendencia positiva que comenzó el año anterior.
En Bolivia, el territorio amazónico, que constituye el 8,1% de la Amazonia total y abarca más de siete millones de kilómetros cuadrados, se enfrenta a un aumento en la minería ilegal que utiliza mercurio para extraer oro de los ríos que proveen de agua a comunidades indígenas y campesinas, poniendo en peligro su salud y desarrollo. Además, la deforestación también ha aumentado, con 400,000 hectáreas de bosques vírgenes arrasadas en 2022, un 32% más que el año anterior. En respuesta, el Gobierno de Bolivia propondrá en la Cumbre un mecanismo que involucre a presidentes e indígenas para enfrentar estos desafíos y compromisos internacionales en temas ambientales y de desarrollo sostenible en la región amazónica.
Colombia registra una disminución drástica de la deforestación en la región amazónica entre 2021 y 2022, marcando una tendencia nacional. La reducción de la deforestación fue del 36% en la región amazónica y del 26% en el arco amazónico. Con este panorama positivo, Colombia presenta diversas propuestas en la Cumbre, incluyendo una agenda andino-amazónica y la propuesta controvertida de prohibir la exploración y explotación de petróleo en la Amazonia. Aunque esta última propuesta enfrenta desafíos, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, afirma que el presidente Gustavo Petro busca impulsar un proyecto de ley en ese sentido.
Ecuador llega a la Cumbre Amazónica en un momento crucial, ya que enfrenta una elección presidencial y una consulta popular el 20 de agosto para decidir si se deja sin explotar el crudo del bloque 43 ITT en la reserva biodiversa Yasuní. Esta consulta podría influir en futuros proyectos petroleros y mineros que afectan a comunidades indígenas amazónicas, que ya sufren las consecuencias de la deforestación, contaminación y conflictos. Mientras el Gobierno se inclina por la explotación, Ecuador propone en la Cumbre planes para la conservación de la biodiversidad, transición ecológica y protección de los bosques, así como la cooperación internacional en la lucha contra incendios forestales en la cuenca amazónica.
Perú enfrenta la Cumbre Amazónica con preocupaciones considerables. Tras alcanzar un pico histórico de deforestación en 2020, con 203,000 hectáreas perdidas, la situación empeoró en 2022, perdiendo 144,682 hectáreas de bosque primario, ubicándose en el tercer lugar regional detrás de Brasil y Bolivia. Además, el país registra la alarmante cifra de catorce líderes indígenas y defensores ambientales asesinados por el narcotráfico, la minería ilegal y los traficantes de tierras. La Cumbre también marca la primera salida al extranjero de la presidenta Dina Boluarte, quien asumió hace ocho meses. El gobierno peruano planteará una "Amazonia con rostro humano", destacando a los pueblos indígenas, mientras que surgen preocupaciones por iniciativas legislativas que amenazan a las comunidades amazónicas, como la propuesta de alterar la Ley Forestal.
Venezuela enfrenta una serie de preocupaciones graves en la región amazónica. La presencia de diversos grupos armados, como guerrillas y bandas delictivas, que operan en complicidad con militares y se dedican a actividades ilegales, amenaza el ecosistema y los derechos humanos. En el sur de Venezuela, en Bolívar, se encuentran tres de los municipios más violentos del país. El epicentro minero de El Callao sufre altas tasas de homicidio debido a la actividad delictiva. La explotación minera, particularmente desde la declaración del Arco Minero del Orinoco, que abarca el 12% del territorio nacional, ha empeorado la crisis ambiental, causando deforestación, contaminación de los ríos con mercurio y pérdida de especies. A pesar de años de desatención a estos problemas, el discurso del Gobierno liderado por Nicolás Maduro ha evolucionado para abordarlos, incluso ordenando operaciones para desalojar minas ilegales en el Parque Nacional Yapacana. La participación de Venezuela en la Cumbre Amazónica marca un retorno del país a los foros internacionales, aunque el presidente Maduro no asistirá personalmente debido a cuestiones de salud, siendo representado por su vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Los representantes de los ocho países que conforman la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) firmaron una declaración de 113 puntos con el objetivo de preservar y promover la conservación y desarrollo en la región amazónica. Esta declaración establece una agenda de cooperación que aborda temas como desarrollo sostenible, conservación de biodiversidad, lucha contra la deforestación, desarrollo económico local y fortalecimiento de la OTCA. Además, se acordaron iniciativas concretas, como la creación del Foro de Ciudades Amazónicas y el Panel Técnico Científico Intergubernamental de la Amazonia, con el fin de reducir la deforestación y fomentar la colaboración en asuntos ambientales y sociales en la región. La OTCA también busca fortalecer la cooperación policial y de inteligencia para prevenir actividades ilegales, promover productos y servicios amazónicos, mejorar la salud en la región y adoptar medidas para mitigar los impactos negativos en las tierras indígenas debido a proyectos de infraestructura.
En consonancia, se acordó la creación de la Red de Autoridades de Agua de los Estados Partes de la OTCA, orientada a colaborar en el uso sostenible de los recursos hídricos de la región. Adicionalmente, se establecerá la Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación con el propósito de evitar que la Amazonia alcance el "Punto de no Retorno", lo que implicaría la pérdida irreversible de gran parte de sus bosques. También se prevé la implementación de la Red Amazónica de Autoridades Forestales y la formulación de una estrategia conjunta para prevenir y mitigar los efectos del Fenómeno de El Niño en la Amazonia. Como parte de estas medidas, se planea la creación de un grupo de trabajo para la integración de los sistemas nacionales relacionados con el acceso y distribución de beneficios en el uso de patrimonio genético y conocimientos tradicionales. En paralelo, la OTCA busca fortalecer y expandir la cooperación policial y de inteligencia en la prevención, represión e investigación de actividades ilícitas que afectan la región amazónica, incluyendo delitos ambientales y violaciones a los derechos humanos, especialmente en relación con los pueblos indígenas y el medio ambiente. Además, se contempla la elaboración de un programa para impulsar productos y servicios de la Amazonia, así como la ampliación de la colaboración en el ámbito de la salud en la región, con un enfoque en las zonas fronterizas.
Fuente(s): El País, Andina
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